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¿No os pasa que a veces os apetece un pan un poco distinto al que coméis cada día? Para uno de esos días, añadir a nuestra masa un poco del muesli del desayuno, permite un cambio de textura y sabores muy divertido.
Este pan se prepara sin ningún tipo de prefermento o masa madre (aunque podemos adaptar la receta para usarlos y conseguir un sabor aún más intenso) y, si el calor no es excesivo, podemos dejarlo fermentar lentamente durante toda la noche y hornearlo a la mañana siguiente. El yogur aporta un ligero toque ácido y el muesli le da una interesante variedad de texturas y sabores (nueces, avena, avellanas, pasas, higos,..) que convirtiéndolo en un pan ideal para el desayuno.
Ingredientes:
- 75g de yogur natural (preferentemente sin azúcar).
- 25g de mantequilla (a temperatura ambiente).
- 30g de aceite de girasol
- 260g de agua
- 500g de harina de trigo ecológica.
- 100g de muesli.
- 1 cuchara sopera de sal.
- 1 cuchara de café de levadura panadera en polvo (o 12g de levadura prensada/en bloque)
Como siempre, mezclaremos primero los ingredientes líquidos y, una vez la mezcla sea homogénea, disolveremos en ella la levadura.
Cuando la levadura esté bien disuelta, añadiremos todos los ingredientes secos (excepto la sal) y amasaremos hasta eliminar todos los grumos.
Dejaremos reposar la masa una hora en un bol cubierta con un film plástico y entonces añadiremos la sal y amasaremos de nuevo hasta que esta se integre completamente en la masa.
Dejamos reposar de nuevo, cubierta con film, hasta una hora(*) antes de hornear (este reposo, si la temperatura no es elevada, puede alargarse durante toda la noche sin miedo a la sobrefermentación).
Una hora antes de hornear, plegamos el pan y formamos la hogaza. Transcurrido este tiempo, introducimos en el horno (que previamente habremos precalentado hasta 225ºC), añadimos una fuente de vapor y horneamos durante una hora a 175ºC (sin activar la función de aire, si nuestro horno dispone de ella).
(*) Normalmente, calcularemos el tiempo de fermentación del pan atendiendo al volumen inicial de nuestra masa, de modo que dejamos fermentar nuestras masas hasta que casi doblen su tamaño antes de introducir en el horno. El calculo por tiempo dependerá en gran medida de la humedad y temperatura de nuestras cocinas y variará según la época del año o la hora del día a menos que tengamos la posibilidad de regularlas. Asimismo, también la cantidad de levadura que utilicemos en nuestra masa condicionará la velocidad de crecimiento del pan por lo que conviene acostumbrarse a usar siempre las mismas cantidades y a registrar cómo afectan las condiciones de nuestra cocina a los resultados.
Un antojo. Un pan sencillo y resultón, ideal para picar entre horas o para acompañar aperitivos.
La elaboración es muy sencilla y el resultado espectacular con poco tiempo de horneado. Además, la masa es muy versátil y puede utilizarse para hacer bollitos tipo mollete.
- Ingredientes (para unas quince piezas):- 1079g de harina candeal.
- 730g de agua.
- 25g de aceite de oliva virgen.
- 2 cucharadas soperas (rasas) de sal.
- 1 y 1/2 cucharadas de postre (rasas) de levadura seca de panadería.
- Preparación.
El día anterior prepararemos un prefermento (también llamado poolish) mezclando 230g de agua, 230g de harina y media cucharada de levadura. Este prefermento, lo dejaremos en un bote cerrado a temperatura ambiente durante 24 horas.
El día de la preparación, mezclaremos en un bol el prefermento, el resto del agua de la receta y la levadura hasta que quede una mezcla uniforme (y en la que nos aseguraremos que la levadura quede completamente desleída).
En esta mezcla, añadiremos la sal y, una vez disuelta, el resto de la harina y amasaremos hasta que todo quede completamente integrado. Tapamos el bol con un film plástico y dejamos que comience la fermentación.
Dependiendo de la temperatura, la fermentación total puede variar entre tres o cinco horas. En nuestro caso, cuando veamos que la masa ya está subiendo (pero aun no ha doblado su tamaño) cortaremos la masa total en piezas que amasaremos haciendo pliegues sobre si misma y que después extenderemos como si fuesen mini-pizzas.
Una vez extendidas sobre papel de hornear (entre 4 y 5 por hoja), las pintaremos con aceite, romero y ajo en polvo y realizaremos los cortes con un cuchillo de sierra, asegurándonos con los dedos de que estos quedan suficientemente extendidos y "estéticos".
Dejamos fermentar una hora más, espolvoreamos con un poco de sal las piezas y las horneamos durante 15 minutos a 200ºC y 15 más a 175ºC.
P.S. Como decía en la introducción, con esta masa (con una buena hidratación de aproximadamente el 70%) es posible hacer bollitos normales con la única diferencia de que, al hornearlos, añadiremos unos 10 o 15 minutos más a 175ºC.
P.S. Como decía en la introducción, con esta masa (con una buena hidratación de aproximadamente el 70%) es posible hacer bollitos normales con la única diferencia de que, al hornearlos, añadiremos unos 10 o 15 minutos más a 175ºC.
El tritordeum, una harina de la que últimamente todo el mundo habla y que aun no había tenido oportunidad de probar y para cuyo estreno en mi cocina he elegido una hogaza clásica con masa madre de trigo. El resultado: Un pan "de los de antes", de miga prieta y amarilla, muy parecido a los panes catetos de Málaga.
- Ingredientes.
- Ingredientes.
- 200g de Masa Madre de trigo al 100% de hidratación (puede ser sustituida por un prefermento de iguales características).
- 1kg de harina de Tritordeum de El amasadero.
- 650g de agua.
- 3,5g de levadura seca de panadería.
- 1 cucharada sopera y media de sal.
- Un poco más de harina para el amasado y el banetón.
Unas horas antes de comenzar la preparación, refrescaremos la masa madre (o el prefermento) manteniendo el porcentaje de hidratación.
En un bol, disolveremos la levadura en el agua y después mezclaremos con esta la masa madre hasta que quede completamente diluida. Una vez diluido, añadiremos la harina y le daremos el primer amasado.
Dejamos reposar media hora y después añadimos la sal con un amasado enérgico. Una vez disuelta la sal en la masa (la textura cambia extraordinariamente), cubrimos el bol y la llevamos a la nevera durante 12 horas (toda la noche) para darle una fermentación larga.
Transcurridas esas 12 horas, la sacamos de la nevera y la amasamos de nuevo para mejorar la textura y ayudar a que atempere y después formamos el pan. Dejamos fermentar a temperatura ambiente en un banetón/molde unas 4 horas (dependerá de la tempera de nuestra cocina) y antes de que doble su tamaño, realizamos unos cortes en la superficie y horneamos sobre piedra a 225ºC durante 20 minutos y a 200ºC unos 40-45 minutos más.
Durante la primera fase del horneado, llenaremos de vapor el interior del horno para facilitar la extensión de la masa y mejorar la corteza.
Esta harina (¿tal vez por el tipo de molido?) requiere más agua que el
trigo ecológico para obtener una misma consistencia por lo que, si os
encontráis más a gusto, podéis hidratarla un poco más, aunque no es
necesario.
Esta de soda bread, es una sencilla receta para aquellos que no pueden tomar trigo ni levadura y quieren darle un poco de alegría a sus tostadas.
- 500g de harina de espelta.
- 1 c/c sal.
- 2 sobres preparado gasificante litines (o 2 c/c de bicarbonato y 2 c/c zumo de limón).
- 1 taza leche de arroz, almendras o equivalente vegetal.
- 1 taza de agua.
- 1 c/s miel.
- 1/4 taza de aceite.
- Opcional, Semillas para cubrir el pan.
Precalentamos el horno a 180ºC. Mezclamos los ingredientes secos hasta que la mezcla sea uniforme con los sobres morados del preparado (gasificante o bicarbonato), mezclamos los ingredientes húmedos y los sobres blancos del preparado (acidulante o zumo de limón) y después unimos ambos mezclando sin amasar.
Colocamos sobre un papel de horno formando un bollo, mojamos la superficie con las manos (como si fuese barro de modelar), le hacemos un corte longitudinal para facilitar su expansión y horneamos durante 30 minutos a 180ºC y 25-30 a 150ºC.
La receta original, y que aquí he simplificado, es Irish Soda Spelt Bread de The healthy chef.
La receta original, y que aquí he simplificado, es Irish Soda Spelt Bread de The healthy chef.
Es la harina de trigo ecológica del Rincón del Segura (molida a la piedra) una de esas harinas cremosas y doradas, pensadas para hacer hogazas rotundas y de cortezas crujientes. Esas hogazas que uno sólo quiere mojar en aceite y sal.
- Ingredientes:
- 1000g de harina.
- 600g de agua.
- 1 c/c levadura de panadería seca.
- 1 c/s sal.
Disolver la levadura en el agua tibia. Mezclar con la harina y dejar reposar media hora. Transcurrido ese tiempo, amasar con la sal y dejar reposar en la nevera unas ocho horas (o la noche entera si tenemos pensado hornear por la mañana) en un bol cubierto por film plástico.
Sacar de la nevera y amasar ligeramente. Dejar reposar hasta que se atempere, darle un amasado francés y formar el pan. Reposar durante una o dos horas en un banetón y tras hacerle un greñado generoso, hornear sobre piedra a 200ºC (el horno lo habremos precalentado a 225ºC) durante 30 minutos y a 175ºC 25 minutos más.
Aunque en verano hornear pan en casa (especialmente en estos días tan calurosos) se complica, me apetecía preparar un pan así: Tipo pan de molde, pero con poca grasa y ligeramente ácido, especial para sándwiches veraniegos.
- Ingredientes
Para el prefermento:
- 100g de agua
- 100g de harina de trigo integral.
- 1g de levadura seca.
- 1000g de harina de trigo ecológica a la piedra.
- 600g de agua.
- 1 vaso de yogur natural.
- 2 c/s de aceite de oliva virgen extra.
- 1 c/s de sal.
- 2g de levadura seca.
Se prepara el prefermento 8 horas antes. Luego se mezcla con el resto de ingredientes y se deja reposar en la nevera 12 horas. Se amasa y se deja reposar en molde hasta que doble el tamaño. Se hornea 50 minutos a 200ºC.
Un pan ligeramente integral, con un fermentado largo y copos de avena. Ideal para bocadillos vegetales de inspiración nórdica: Rábano o pepino, un poco de remolacha y algún queso cremoso.
- Ingredientes:
(Para el prefermento)
200g agua.
200g harina integral de trigo.
1g de harina seca de panadería.
(Para la masa)
600g de agua.
1000g de harina de fuerza de trigo.
2g de levadura.
1c/s de sal.
50g de copos de avena remojados.
- Preparación.
Mezclar los ingredientes del prefermento y dejar reposar 12 horas. Transcurrido ese tiempo, mezclar con el resto de ingredientes (en primer lugar los húmedos y después la harina). Dejar reposar de nuevo durante 12 horas (esta vez en la nevera).
Amasar, añadiendo los copos de avena y formar los bollos (unos diez de buen tamaño), dejándolos reposar durante una hora y media o dos horas (deben doblar su tamaño, aproximadamente).
Hornear a 200º durante 45 minutos.
Probando nuevas harinas y nuevas texturas. Prefermento de centeno y un largo sueño en la nevera.
- Prefermento:
- 100g harina de centeno integral eco.
- 200g agua.
- 6g levadura fresca.
- Masa:
- Prefermento.
- 900g harina panadera recia ecológica.
- 500g agua tibia.
- 1 y 1/2 C/S de sal.
Mezclamos todos los ingredientes excepto la sal y dejamos reposar durante media hora. Transcurrido ese tiempo, añadimos la sal y volvemos a mezclar. Cubrimos con film, llevamos a la nevera y dejamos reposar durante doce horas (puede ser perfectamente un día entero).
Sacamos de la nevera, partimos la masa en dos y amasamos enérgicamente. Llevamos a dos moldes cubiertos con papel encerado (o barnizados con aceite y un poco de harina para evitar que se peguen los panes) y dejamos reposar hasta que las masas doblen su tamaño (unas dos o tres horas, dependiendo de la temperatura de la cocina, ya que la masa sale muy fría de la nevera).
Horneamos 15 minutos a 250ºC, 30 a 200ºC, apagamos el horno y sin abrir, dejamos unos 15 minutos más.
Desde hace unos meses, la calidad de mis panes se ha resentido. Siguen siendo muchísimo mejores que los que se pueden comprar en cualquier supermercado (vale, el listón no está tan alto como para que eso sea un mérito) pero no son tan buenos como los que hacía un año o dos atrás.
También hago mucho menos pan y con menos frecuencia; Hasta tal punto que últimamente ni siquiera mantengo una masa madre y hago los panes con prefermento de uno o dos días. Si, mis panes siguen siendo ricos pero han perdido la chispa.
Esta semana he añadido a mi biblioteca dos libros para ayudarme a encontrar solución al problema : El Pan de Jeffrey Hamelman y Pan Casero de Ibán Yarza. He recibido ambos con una diferencia de tres días y, para cuando llegó el segundo, ya estaba devorando el primero y perfilando un diagnóstico diferencial (creo que bastante acertado) acerca del problema de mis panes: Sobreamasado, oxidación, exceso de improvisación..
Esta semana he añadido a mi biblioteca dos libros para ayudarme a encontrar solución al problema : El Pan de Jeffrey Hamelman y Pan Casero de Ibán Yarza. He recibido ambos con una diferencia de tres días y, para cuando llegó el segundo, ya estaba devorando el primero y perfilando un diagnóstico diferencial (creo que bastante acertado) acerca del problema de mis panes: Sobreamasado, oxidación, exceso de improvisación..
He reflexionado mucho acerca de lo que leía y he tomado notas sobre cómo quiero hacer los panes de aquí en adelante y, aunque suene un poco grandilocuente, creo que habrá un antes y un después en mis panes a partir de estas lecturas. A título casi anecdótico, os puedo contar que partir de ahora transformaré la libreta de recetas en un cuaderno de laboratorio en el que mantener un apunte de técnicas, condiciones y resultados en la aplicación de las recetas para dotar al arte de hacer pan de una sistematicidad científica de la que hasta ahora carecía y que me ha impedido corregir antes los defectos de mis panes (si, ya se, impropia de un ingeniero como yo).
Este método de control más sistemático de las condiciones, técnicas y resultados del pan ya lo he aplicado por partida doble: Por un lado a dos nuevas masas madres que he arrancado siguiendo la técnica de Ibán Yarza y por otro, al pan que ilustra esta entrada y que se basa en el "Pan sencillo sin amasado" de su libro. La mejora en los resultados es palpable y espero que, aunque algún fracaso se cruce por mi camino (shit happens), mis panes sólo vayan a mejor.
P.S. Como podéis ver en esta fotografía, y habéis podido leer los que me seguís en twitter (si es que tal cosa pudiera llegar a ocurrir), esta semana he recibido el libro de Yarza como parte de un pedido que hice a El amasadero. Si os gusta hacer pan ya conocéis el buen nombre que tiene entre los panaderos aficionados y no hay nada más que añadir. Claro, podría deciros que pedido lo hice el miércoles por la tarde y que el viernes ya estaba en casa o que la calidad de las harinas ecológicas merecen cada céntimo que inviertas en ellas (y no sólo para hacer panes, porque con su espelta hago unos pancakes que...) o del espectacular trato que da siempre a sus clientes pero.. no, no voy a hacerlo. Y no voy a hacerlo porque como ya sabéis, en este blog no hay anuncios ni publicidad y todo sale de mi bolsillo, así que no voy a hacer anuncios gratis, por más merecidos que sean. :P